16 de agosto de 2009

Reflexión 2


Me he encontrado inexpresiva en estos días, al menos con las palabras. Espero hayas sentido mis miradas hermosas y elocuentes, porque, de verdad, me encuentro incapaz de poner una coma en un párrafo, y es tanto lo que te quiero, que me ahogan los besos, caricias y abrazos que no te puedo dar en público por razones de lugar, hora u ocasión.
***
¿Sabes qué quiero? Quiero bailar. No está en discusión que no lo hago bien, y preferiría que no ahondemos en ese detalle, pero, por favor, déjame terminar la idea. Quiero bailar, como te decía, quiero encontrar los movimientos correctos para seguirte, buscando tu aroma y tu mirada, y dejar mi alma en fragmentos entre la pista y tus brazos, incrustada en tu vida, al menos para que te cueste mas trabajo olvidarme, para que te remuerda un poco la conciencia dejar pasar una canción más sin mí, para que tu cuerpo entero se envicie con mi perfume y el movimiento de mi pelo, para que encontremos en eso una forma de pasar el tiempo juntos... para empaparte de melodías y miradas luego de que mi implosión se te contagie en una canción cualquiera. Eso quiero.